Garante hipotecario

Un garante hipotecario es una persona o entidad que asume la responsabilidad de pagar una hipoteca en caso de que el prestatario principal no cumpla con sus obligaciones de pago. Esta figura es comúnmente requerida por los prestamistas para mitigar el riesgo de impago y garantizar el reembolso del préstamo.

¿Qué es un garante hipotecario?

Un garante hipotecario es alguien que se compromete a responder por la deuda de otro en caso de que éste no pueda hacerlo. El garante hipotecario ofrece como garantía un bien inmueble de su propiedad, que puede ser embargado por el acreedor si el deudor principal incumple el pago de la hipoteca.

El garante hipotecario no es lo mismo que un aval, un fiador o un obligado solidario. Estas son otras figuras jurídicas que también pueden intervenir en un contrato de préstamo, pero que tienen características y consecuencias diferentes. A continuación, se explican brevemente las diferencias entre estas figuras:

  • Aval: Garantiza el pago de un título de crédito si el deudor no paga. Se obliga igual que el deudor y puede ser demandado directamente por el acreedor, sin agotar primero la vía del deudor.
  • Fiador: Paga al acreedor la deuda de otro, después de que el acreedor intente cobrar al deudor y no pueda. Puede reclamar al deudor lo que pagó y oponer las mismas defensas que el deudor.
  • Obligado solidario: Paga la deuda junto con el deudor sin ninguna garantía adicional. Puede ser demandado directamente por el acreedor, igual que el deudor, y no puede reclamar nada al deudor, salvo pacto.

¿Qué implica ser un garante hipotecario?

Ser un garante hipotecario implica asumir un riesgo importante, ya que se pone en juego una propiedad inmueble que puede ser ejecutada por el acreedor en caso de impago del deudor principal. Por lo tanto, antes de aceptar ser un garante hipotecario, se deben considerar los siguientes aspectos:

  • Se debe verificar la solvencia y la capacidad de pago del deudor principal, así como también las condiciones del préstamo, como por ejemplo el monto, el plazo, la tasa de interés, las comisiones y las penalizaciones.
  • Se debe evaluar el valor de la propiedad que se ofrece como garantía, así como el estado legal de la misma, es decir, que no tenga gravámenes, adeudos o litigios que puedan afectar su libre disposición.
  • Se debe consultar con un experto en materia hipotecaria y fiscal, para conocer las implicaciones legales y tributarias de ser un garante hipotecario, así como los derechos y las obligaciones que se adquieren con el contrato.
  • Se debe contar con un seguro de vida y de daños que cubra la propiedad que se ofrece como garantía, para protegerla en caso de fallecimiento, invalidez, siniestro o catástrofe.
  • Se debe estar al pendiente del cumplimiento del pago de la hipoteca por parte del deudor principal, y en caso de detectar algún retraso o incumplimiento, comunicarse directamente con el acreedor para buscar una solución antes de que se inicie el proceso de ejecución hipotecaria.