Mejores prácticas para reducir el consumo de energía en el hogar

La iluminación adecuada o una elegir una tetera en lugar de una olla, son buenas prácticas para reducir el consumo de energía, con ellas podrás ver los primeros resultados en tu próxima recibo del gas o de la luz. 

Pequeños pasos, gran efecto: los trucos simples ayudan a reducir el consumo de energía y los costos de servicios en tu hogar sin medidas estructurales. 

¿Por qué reducir el consumo de energía en casa?

Reducir el consumo de energía en nuestro hogar es una responsabilidad que tenemos como individuos para contribuir a la conservación del medio ambiente y ahorrar en los gastos de servicios como la luz, el agua o el gas. Checa estas prácticas que puedes aplicar en tu hogar para reducir el consumo de energía:

Apaga los equipos electrónicos en standby

Cuando los dispositivos electrónicos están en modo de espera, continúan consumiendo energía en lo que se conoce como “consumo de energía en standby” o “standby power”. Este consumo innecesario puede representar hasta el 10 % del consumo total de energía en un hogar.

Para evitar este consumo, es importante apagar por completo los equipos cuando no estén en uso. Esto se aplica especialmente a dispositivos como televisores, computadoras y electrodomésticos. 

Muchos de estos dispositivos tienen una función de “standby” que les permite encenderse rápidamente cuando los necesitamos, sin embargo, esto significa que continúan utilizando energía mientras están en espera.

Utiliza iluminación eficiente

Reemplazar los focos incandescentes por luces LED es una de las formas más efectivas de reducir el consumo de energía eléctrica. 

Las bombillas incandescentes tradicionales son conocidas por ser ineficientes, ya que gran parte de la energía que consumen se desperdicia en forma de calor en lugar de generar luz.

Por otro lado, las luces LED (Light-Emitting Diode o Diodo Emisor de Luz, en español) son mucho más eficientes energéticamente. Utilizan alrededor del 75% menos de energía que las bombillas incandescentes para producir la misma cantidad de luz. 

Esto significa que al reemplazar las bombillas incandescentes por luces LED, puedes reducir el consumo de energía significativamente y, por lo tanto, ahorrar dinero en tus facturas de electricidad.

Además de ser eficientes, también son duraderas. En comparación con las bombillas incandescentes, las luces LED tienen una vida útil mucho más larga. 

Mientras que las bombillas incandescentes suelen durar entre 1,000 y 2,000 horas, las luces LED pueden durar hasta 50,000 horas o más. 

Esto significa que no solo reducirás el consumo de energía, sino que también disminuirás la frecuencia con la que necesitas reemplazar las bombillas, lo que a su vez reduce los costos y los residuos generados.

Aprovecha la luz natural

Mantener las cortinas abiertas durante el día es una forma efectiva de aprovechar al máximo la luz solar y reducir la necesidad de utilizar luces artificiales. 

Al usar la luz natural para iluminar tu hogar, no solo ahorras dinero en las facturas de electricidad, sino que también estás creando un ambiente más saludable y agradable.

Además de reducir el consumo de energía, la luz natural también tiene múltiples beneficios para la salud y el bienestar. 

Al exponerte a la luz del sol, estás obteniendo vitamina D, que es esencial para la salud ósea y ayuda a regular los niveles de calcio y fósforo en el cuerpo. La luz natural también es conocida por mejorar el estado de ánimo y la productividad, por lo que puede ayudarte a sentirte más enérgico y concentrado durante el día.

Para aprovechar al máximo la luz natural, es importante mantener las cortinas y persianas abiertas durante el día. Deja entrar la mayor cantidad posible de luz natural y utiliza la luz artificial solo cuando sea absolutamente necesario. Si tienes la opción, elige paredes y techos de colores claros que reflejen la luz natural y maximicen su efecto en el hogar.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la luz del sol también puede dañar los muebles y pisos, especialmente si están expuestos durante largos periodos de tiempo. Para protegerlos de la luz solar directa, puedes utilizar cortinas y persianas con materiales especiales que bloqueen los rayos UV.

Ajusta la temperatura de la calefacción

Regula la temperatura de tu hogar de manera eficiente. Durante el invierno, baja algunos grados el termostato y utiliza ropa abrigada en lugar de aumentar la calefacción. Durante el verano, eleva la temperatura del aire acondicionado y utiliza ventiladores para mantenerte fresco.

Optimiza el uso de los electrodomésticos

Utiliza electrodomésticos de alta eficiencia energética y trata de utilizarlos a plena capacidad para hacer un uso más eficiente de la energía.

‍Lava la ropa con cargas completas, ajusta la temperatura del refrigerador a niveles óptimos y reduce el tiempo de uso de la estufa en la cocina.

Aisla adecuadamente tu hogar

Asegúrate que tu hogar esté bien aislado para evitar la pérdida de calor durante el clima frío y el ingreso excesivo de calor durante el verano. Un buen aislamiento térmico reduce la necesidad de utilizar aparatos de calefacción y enfriamiento, lo que ahorra energía y reduce las emisiones de carbono.

Apaga las luces cuando no se necesiten

Acostumbrarse a apagar las luces al salir de una habitación vacía es un hábito sencillo pero efectivo para reducir el consumo de energía en el hogar. Muchas veces, dejamos las luces encendidas sin pensar en ello, lo que puede generar un desperdicio innecesario de energía y aumentar nuestras facturas eléctricas.

Al apagar las luces al salir de una habitación vacía, estás evitando el consumo de energía no utilizado y contribuyendo a un uso más eficiente de los recursos. Recuerda que cualquier pequeña acción cuenta y puede marcar una gran diferencia con el tiempo.

Además, apagar las luces también tiene un impacto en el medio ambiente. Al reducir el consumo de energía, estás disminuyendo las emisiones de carbono y ayudando a combatir el cambio climático.

Para facilitar este hábito, considera instalar temporizadores o sensores de luz en las habitaciones que se enciendan o apaguen automáticamente.

Implementar estas prácticas en tu hogar no solo te ayudará a ahorrar dinero en tus facturas de energía, sino que también te convertirás en un consumidor responsable y contribuirás a la protección del medio ambiente.  Si necesitas asesoría, remodelaciones o información puedes comunicarte con los expertos de Clau.com.

Recuerda que cada pequeño cambio importa y puede marcar una diferencia significativa a largo plazo. ¡Haz tu parte y comienza a reducir tu consumo de energía hoy mismo!