Subdivisión
La subdivisión es el procedimiento mediante el cual un terreno o propiedad se divide en múltiples parcelas o lotes más pequeños, con el propósito de venderlos o desarrollarlos de manera individual.
Este proceso, regulado por la ley en México, exige obtener permisos y autorizaciones de las autoridades competentes. La subdivisión se convierte en una estrategia frecuente para los promotores inmobiliarios que buscan aumentar el valor de una propiedad y proporcionar opciones de vivienda más accesibles para los compradores.
En el contexto de bienes raíces, la subdivisión permite transformar un terreno más grande en múltiples unidades más pequeñas. Cada lote resultante puede destinarse a la construcción de viviendas, comercios u otros proyectos.
La subdivisión se convierte, así, en una herramienta valiosa para el desarrollo urbanístico ordenado y eficiente.
Sin embargo, es crucial cumplir con las normativas y reglamentaciones locales antes de proceder con la subdivisión. Los requisitos legales buscan garantizar que la infraestructura, servicios públicos y sistemas de acceso sean adecuados para la nueva subdivisión y que el crecimiento urbano se realice de manera sostenible y segura.
Los beneficios de la subdivisión son diversos. Los desarrolladores pueden incrementar el valor de la propiedad, ya que los lotes resultantes suelen tener un valor superior en comparación con el terreno no subdividido.
Además, se fomenta una mayor diversidad de opciones de vivienda en el mercado, ofreciendo unidades más pequeñas y asequibles para una variedad de compradores.