Amortización negativa
Cuando se trata de comprar una casa, la mayoría de las personas busca obtener una hipoteca que les permita pagar cómodamente sus cuotas mensuales mientras disminuyen el saldo de su deuda. Sin embargo, existe una situación preocupante conocida como amortización negativa, que puede afectar a los propietarios a largo plazo.
La amortización negativa se produce cuando el pago mensual de una hipoteca no es suficiente para cubrir los intereses y el capital adeudado.
Esto significa que, en lugar de disminuir, el saldo de la deuda aumenta con el tiempo. Esta situación puede ocurrir por varias razones.
¿Por qué ocurre una amortización negativa?
Una de ellas es cuando se utilizan hipotecas con pagos iniciales bajos. Aunque esto puede parecer atractivo para aquellos que buscan ingresar al mercado de la vivienda con menos dinero, las cuotas mensuales más bajas en las etapas iniciales pueden no ser suficientes para cubrir los intereses acumulados.
Como resultado, el saldo de la deuda aumenta y se produce la amortización negativa. Otra situación común es cuando se refinancia una hipoteca existente con una tasa de interés más alta.
Si bien el objetivo principal de refinanciar es obtener mejores términos y condiciones, si la nueva tasa de interés es significativamente más alta, los pagos mensuales pueden no ser suficientes para cubrir los intereses y el capital adeudado, lo que da lugar nuevamente a la amortización negativa.
Los efectos de la amortización negativa pueden ser perjudiciales para los propietarios de viviendas a largo plazo.
Por ejemplo, aumenta el costo total de la hipoteca, ya que el saldo de la deuda continúa creciendo en lugar de disminuir. Esto significa que los propietarios terminarán pagando más intereses a lo largo del tiempo.