Activos líquidos
Los activos líquidos son recursos o bienes que de forma rápida se convierten en efectivo sin perder un porcentaje alto de valor en el proceso; por tal razón se denominan como líquidos, cumplen con una función para satisfacer las necesidades financieras inmediatas.
Algunos ejemplos de los activos líquidos:
- Dinero en efectivo, billetes y monedas en el poder de una persona o empresa.
- Cuentas bancarias: Las instituciones financieras proporcionan un producto llamado cuentas corrientes en las cuales se puede retirar el dinero mediante cheques o tarjetas de débito.
- Cuentas de ahorro: Son fondos depositados en cuentas de ahorro promovidas por las instituciones bancarias, las cuales permiten retiros y transferencias en cualquier momento.
- Certificados de depósito (CD): Inversiones a corto o mediano plazo con una tasa de interés fija, el dinero se puede retirar antes del vencimiento; algunos bancos pueden solicitar penalizaciones en algunos casos.
- Fondos del mercado monetario: Son instrumentos de inversión de deuda a corto plazo, generando estabilidad y activos líquidos.
En el contexto del sector inmobiliario, los activos líquidos pueden ser depósitos bancarios, inversiones en instrumentos financieros de corto plazo y las propiedades que son rentadas generando un flujo de efectivo estable; así como los bienes inmuebles que son vendidos con rapidez.