¿Te convienen los bienes mancomunados?

Todo bien con compartir tu vida con alguien y construir el nidito de amor, pero ¿realmente debemos aplicar el “Todo lo mío es tuyo” hoy en día? Técnicamente, no, ya que actualmente existen otras opciones más allá de optar por los bienes mancomunados al casarte.

Recuerda que los bienes mancomunados son todos aquellos que compartirás con tu pareja, y hace años esto era algo que asumían inmediatamente muchos enamorados. De hecho, siquiera discutir sobre el tema no se consideraba lo habitual y la otra persona incluso se podía ofender.

Afortunadamente, los tiempos han cambiado, y la independencia financiera, así como las nuevas oportunidades laborales han abierto el tema de conversación: ¿Realmente te conviene tener bienes mancomunados?

Obviamente, nosotros no te diremos qué hacer, pero sí podemos ayudarte a tomar esta decisión tan importante, al explicarte todo lo que necesitas saber sobre este tema.

¿Qué son los bienes mancomunados?

Legalmente, estos son un patrimonio en común. Por ejemplo, si te casas aceptando tenerlos, y compras una casa, entonces esta se convierte automáticamente en el hogar de los dos ante la ley, así la hayas pagado toda tú. Por lo que cuando se separen, tendrán que dividirla de alguna manera.

También es fundamental destacar que los bienes mancomunados pueden ser universales o limitados.

Una sociedad conyugal universal establece que los patrimonios se unen, independientemente de si los adquiriste durante o antes de la boda. Mientras que los limitados, se refieren a que solo se consideran bienes compartidos aquellos que se adquieren durante el matrimonio.

Lo bueno, lo bonito y lo feo de los bienes mancomunados

Sabemos que existen muchos otros factores que debes tener en cuenta para tomar la decisión correcta, como:

 
• Cuando se hable de sociedad conyugal, este concepto hace referencia a que ambas partes se considerarán dueños de algún bien por partes iguales.
 
• Si llegara a existir un acuerdo de divorcio, todos los bienes se dividirán, lo bueno es que todos los acuerdos de la sociedad, se podrán modificar durante el matrimonio.
 
• Si estando casado, solicitas un crédito hipotecario, el banco requiere la firma de tu cónyuge como deudor, pues este se convertirá automáticamente en responsable, en igual medida, del crédito.
 
• Si alguno de los dos fallece, los bienes del que ya no estén pasarán a manos de la otra parte.
 
• Los bienes mancomunados te unen financieramente con tu pareja en todos los sentidos. Por ejemplo, pueden reunir sus créditos (como Infonavit) y así obtener un mayor financiamiento.

Juntos, pero no revueltos

Si lo explicado anteriormente no te convenció, siempre puedes optar por los bienes separados, que establecen que tanto tú como tu pareja tienen el derecho y la capacidad de comprar y hacerse responsables de su propio patrimonio.

En cuanto a este tipo de bienes, te podemos contar:

 
• Tú y tu media naranja conservarán la administración y propiedad de cada uno de sus bienes. Así que cada uno se responsabilizará por sus propias deudas y administración financiera sin afectar al otro.
 
• Los bienes separados no significan que cada quien estará por su lado, tampoco son sinónimo de egoísmo o una separación premeditada. Esto solo quiere decir que cada uno podrá generar y hacerse cargo de su propio patrimonio sin correr el riesgo de perderlo en una posible separación o sumar al otro, deudas.
 
• Aún podrán compartir los bienes que deseen, solo que será una opción, en lugar de algo establecido y obligatorio.
 
• Esperamos que este no sea tu caso (tocamos madera) pero si tu pareja comete algún tipo de fraude o se hunde en una de esas deudas sin salida, tú no tendrás que involucrarte si no lo deseas.
 
• Si te toca alguna herencia, no estarás obligado/a a darle el 50 % a tu pareja.

Los bienes mancomunados y el divorcio

Sabemos que a nadie a punto de casarse le agrada hablar de divorcio, pero esta es una de las conversaciones difíciles que se deben tener para evitar futuras situaciones indeseables. Así que te explicamos:

En caso de optar por tener bienes mancomunados y divorciarse, si no puedes comprobar legalmente que algún bien es solo de tu propiedad, este entrará como parte de la sociedad conyugal y tendrás que dividirlo con tu ahora ex cónyuge.

Por fortuna, existen algunas propiedades que, en algunos casos, son propias de cada cónyuge ante la ley, como:

 
• Bienes adquiridos antes del matrimonio
 
• Herencias o donaciones
 
• Bienes que se adquieran con la compra y venta de bienes propios
 
• Objetos de uso personal
 
• Objetos necesarios para ejercer tu profesión, arte u oficio
 
• Dinero adquirido por premios o donaciones

Cuando se elija el matrimonio por bienes mancomunados, se debe elaborar un listado para la sociedad conyugal, de acuerdo con el artículo 189 del Código Civil Federal, en la que se establecerá:

 
• Enumerar los bienes inmuebles que cada uno pondrá en la sociedad conyugal, así como su valor.
 
• Registro de las deudas que cada uno tenga al casarse.
 
• Si los bienes mancomunados abarcarán todas las propiedades o solo algunas.
 
• Quién será el administrador de la sociedad y sus facultades.
 
• Si los bienes que se adquieren durante el matrimonio son de quien los compró o de ambos.
 
• Cómo se repartirán los bienes en caso de divorcio.
 
• Quién será el administrador de los bienes.

La palabra con “D”

Hay una palabra con “D” a la que toda pareja con bienes mancomunados le teme, y se trata de las Deudas. Sin embargo, solo debes tener en cuenta que ambos aparecerán en el buró de crédito del otro. O sea, si alguno debe demasiado dinero, quedará en el registro crediticio de ambos.

Conclusiones

Llegados a este punto, podemos decir que ninguna de las dos decisiones es mejor que la otra. Aquí no hay ni bueno ni malo, así que solo debes optar por lo que mejor funcione para ti y tu pareja. Tomen la decisión juntos con base en la capacidad financiera de ambos y, una vez que lo hayan determinado, puedes comprar tu casa con Clau.com.

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